jueves, 29 de marzo de 2012

Copin, Polonia y España



En este previo al Erasmus en Wroclaw sigo buceando en la cultura polaca. Hoy nos toca hablar de un genio de la música y de una de las figuras más representativas de la nación polaca: Chopin.
El famoso compositor y pianista polaco del romanticismo, provenía de una familia francesa emigrada a Polonia. Ya a los siete años comenzó a destacarse como niño prodigio, recorriendo las casas más destacadas de la burguesía polaca e iniciando estudios en las mejores escuelas y con los maestros más importantes, así como, recorriendo las ciudades principales del país (entre ellas Wroclaw). En 1829 emprenderá su carrera como solista ofreciendo una serie de conciertos en Viena.
El fracaso de la revolución polaca de 1830 contra el poder ruso provocó su exilio en Francia, donde muy pronto se dio a conocer como pianista y compositor, hasta convertirse en el favorito de los grandes salones parisinos. En ellos conoció a algunos de los mejores compositores de su tiempo, como Berlioz, Rossini, Cherubini y Bellini, y también, en 1836, a la que había de ser uno de los grandes amores de su vida, la escritora George Sand.
En 1835 comenzará su enfermedad, lo que le llevará a pasar en 1938 un una temporada en España, concretamente en la Isla de Menorca, hospedándose en la Real Cartuja de Valldemossa por la suavidad del invierno ( aunque el de aquél año resulto especialmente lluvioso).
Finalmente y tras una vida recorriendo Europa, Chopin morirá en 1849. Pero siempre será recordado por ser la persona que convirtiese al piano como instrumento por antonomasia del romanticismo musical y por explorar un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido igualado.

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